martes, 24 de junio de 2008

MIENTRAS MI PUEBLO DORMÍA

Mientras mi pueblo dormía

Tú venias desbocado
con furioso galopar,
lo que no había conquistado
te lo querías ganar.

Cuando llegaste aquí
reluciente de belleza
y con falsa simpatía,
¡Caballo blanco, tu entraste,
mientras mi pueblo dormía!

Todo a ti te fue tan fácil,
ofreciste tu amistad
a una juventud tan sana,
que no tenía maldad.

Repartiste lo peor.
Trabajabas noche y día.
¡Caballo blanco, tu entraste,
mientras mi pueblo dormía!

Con tu alegre relinchar
y con tu bella blancura,
te atreviste a conquistar
a una juventud tan pura.

Llegaste a lo que era mío.
Y cambiaste la alegría
por ese triste camino
de vivir en la agonía.
¡Caballo blanco, tu entraste,
mientras mi pueblo dormía!

¡Qué cobarde hay que ser
para matar por dinero!
Si nadie puede saber
quien va a morir primero.

Una cara demacrada,
con ojeras tan profundas,
una vida destinada
a vivir siempre enganchada
hasta el día que sucumba.

Pero vamos a luchar
con fuerza y con valentía
caballo, ¿por qué tu entraste
mientras mi pueblo dormía?

Cuando yo sentí el dolor
justo en mi propia carne,
por que me querías robar
sangre de mi misma sangre.

Pero tenemos la fe
que nos da la valentía
para poder conquistar
lo que nos pertenecía.

No nos podemos fiar.
Por que con tu cola larga,
Coletazos vas a dar.

¡Desaparece, caballo!
Que aquí vuelva la alegría.
¿Por qué quisiste entrar
Mientras mi pueblo dormía?



María Mateos López
1992

No hay comentarios: