A TRAVÉS DE LOS CRISTALES

Un bonito amanecer
contemplé de mi ventana
Un cielo azul, unas nubes
Pequeñas, que con el viento
Se movían y caminaban.

El sol salió reluciente,
Y en la calle se escuchaba
El murmullo de la gente
Que a su trabajo llegaban

El ruido de los coches,
El hacer de cada día,
A través de los cristales
El mar también lo veía.

Olas que venían de lejos,
Alegres y llenas de vida
Y coronadas de espuma
en la playa se morían

Permanecí largo tiempo.
Sin darme cuenta quizás
Que yo no estaba en la calle,
Que estaba en un hospital
De acompañante, de enfermo,
Eso que puede importar.

Hay que estar preparado
Para aceptar la verdad.
porque hay dos enemigas
Que viven en el hospital,
Que son la muerte y la vida
Y luchan sin descansar.

Cuando vence la vida
Es tan bonito mirar
Esas caras tan felices
Con que alegría se van

.
Esas caras demacradas.
¡Que tristeza sentirán!
Cuando sin otro remedio
Se enfrentan a la verdad,
De perder a un ser querido
Que de este mundo se va.

solo queda la esperanza
la fe que nos acompaña
para confiar en Dios
el amigo que no falla
y que nos llena de amor.

Maria Mateos López
Diciembre de 1992.